© Fernando Sarabia
Veo las gentes que caminan
pensativas de mañana temprano,
el cielo oscuro todavía,
el día está comenzando.
Nos sentimos cerca,
sin distancias de por medio,
nos miramos pero no hablamos
algo nos dice que estamos separados.
Si no fuera por ti
pequeña golondrina
que vuela sin cesar,
espejo de esperanza
que no tiene maldad,
del viento de tus alas
me siento cobijar.
Es curioso apreciar
nuestra manera de actuar,
somos personas, parecemos
mundos diferentes.
Enfundados en mudos ropajes
con una sola comunicación,
nuestras miradas desconfiadas
que saben dar pero no quieren ofrecer
por si no son, por si no son correspondidas.
Quisiera volar, volar,
volar, volar ,volar y más volar.
Dejar mi mundo atrás
sin nada que odiar,
cobardía o igual es honestidad.
Golondrina que vuelas tan alto,
a ti te quisiera alcanzar
pero yo no tengo alas
para poder volar.
Quiero llegar a tu cielo
para como el viento tus alas
poder acariciar,
quiero ser el Sol
que ilumine tu aletear.
Quiero ser la Luna
que aguarde tu despertar
y sin embargo solo soy la noche,
la nube y el huracán.
Que te empuja a güarecerte
en vez de ayudarte a volar.
Soy algo que quiere ser
y que quizás nunca será,
y entre estos dos mundos
me debato sin cesar.
Si no fuera por ti
pequeña golondrina
que vuela sin cesar,
espejo de esperanza
que no tiene maldad,
del viento tus alas
me siento cobijar.
Quisiera volar, volar,
volar, volar, volar y más volar.
Tú y yo solos y la inmensidad.
El viento, el Sol y el mar
y nuestra propia,
nuestra propia libertad.
Volar