© Fernando Sarabia

Siempre que pienso en su cara, con los ojos bien cerrados, con la mente acelerada y hasta el pulso condenado.

Sabe arrancarme miradas, provocando mis sentidos, sabe que la odio con rabia porque no me da su nido.

Visto todas mis poesías elegantes y peinadas, de la mano las paseo como si a ella le importara.

Cuando mi miro a mi mismo, estrellando en mil pedazos el espejo que refleja esa imagen desdichada.

Cuando dibujo sus piernas enredado en sus cabellos, me despierto enamorado y otra vez empieza el cuento.

Visto todas mis poesías elegantes ...

Por despecho ni la miro, aunque sin mirar la veo, siempre que la siento cerca yo maldigo su existencia.

Por qué contaré esta historia que me hace tanto daño, por qué siento en mis entrañas su mirada refugiada.

Visto todas mis poesías elegantes....


Visto mis poesías