© Fernando Sarabia
Una mañana de mayo, deseando tu llegada no
preguntes cómo pude, esperar, aguantar, hasta
tenerte junto a mí. Con la magia del momento, yo
esperaba tu mirada, esos ojitos se me
abrieron...ya no supe más de mí.
Llegaste a mí, mi amor llegaste a mí.
Y pasaron esos años, con la vida de la mano,
no dejaba de achucharte, de besarte, de jugar,
de tenerte junto a mí.
Yo quería ser tu juguete y de noche con mis
cuentos tus ojitos se cerraban y empezabas a soñar.
ESTRIBILLO
Llegaste a mí, mi amor llegaste a mí, con tu
estrella iluminaste el camino que seguí, ya nunca
supe separarme más de ti, yo era tu sombra,
tu cobijo y el mundo para ti.
Pero llegó el día y llegó, cuando la vida te
despierta y te hace ver que no que ella debe seguir
su vida sola, con sus recuerdos y con todos sus sueños.
Sin apenas darme cuenta, me llegó lo que temía,
esa niña ya soñaba, se movía y sentía y corría por la vida.
Encontraste en tu camino esa estrella que brillaba,
con tus ojos encendidos decidiste ya volar.
Quedé sin ti, mi amor quedé sin ti.
A lo largo de tu vida compartirmos tantas cosas, no
preguntes como puedo seguir, vivir sin tenerte
junto a mí. Me conformo con momentos que la vida
me regala, cuando puedo estar contigo y ver que eres feliz.
ESTRIBILLO
Llegaste a mí, mi amor llegaste a mí.
Con tu estrella iluminaste el camino que seguí .......
Llegaste a mi